En esta joyería, Anna Lliberia plasma un diseño muy llamativo a la vez que funcional, generando muchas zonas de exposición en un local algo irregular y con poco espacio.

La pieza más llamativa es un mueble mural compuesto por tres estantes de 5 metros con leds, sin divisiones intermedias y cerrado con puertas de vidrio. El diseño se complementa con un mostrador caja con urna de cristal extraclaro, y un conjunto de estantes regulables soportados por tensores de inox.